Trepadoras

Akebia quinata

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Requiere colocarla de pleno sol a semisombra, conviene que sus raíces estén a la sombra. Temperatura : puede vivir en zonas de clima continental si la tenemos algo protegida y con buena exposición. Soporta temperaturas de algunos grados bajo cero y también temperaturas de calor altas. Substrato : requiere suelo bien abonado y con buen drenaje.

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Ampelopsis

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Ideal para cubrir paredes, fachadas y muros. No es muy exigente en cuanto al suelo y clima. Luz: tolera tanto el sol como la sombra. La exposición al sol favorece la aparición de coloraciones vivas en otoño. Temperaturas: muy resistente, soporta bajas temperaturas (hasta -15ºC). Soporta tanto el frío como el calor fuerte. Suelo bien drenado. Riego regular, más frecuente cuando la planta aún es joven y con escaso aparato radicular. Abonar con materia orgánica (estiércol, compost, mantillo, etc.) en invierno y/o en primavera con fertilizante mineral. Guíela en un principio para cubrir la mayor superficie posible de pared.

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Bignonia Azul

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

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Bignonia Blanca

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

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Bignonia Rosada

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Por su rápido crecimiento y su atractivo, es indicada a la hora de cubrir rápidamente y dar color a pérgolas, muros, etc. Luz: sol o semisombra. Temperaturas: es algo sensible a heladas. Resiste hasta -5°C. Suelo: no es muy exigente en cuanto a suelos. Bien drenado, rico, un tanto fresco. Regar con regularidad, aunque de forma más escasa cuando la temperatura ambiental sea baja. Aunque crece mejor con abono y agua durante el verano, se hará muy vigorosa y difícil de controlar. Debe atarse a una espaldera ya que esta planta no se sujeta por sí misma. Podar cada 3 ó 4 años después de la floración, cortando por encima del segundo nudo de las ramificaciones principales.

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Combretum

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El Combretum kraussii puede vivir en una exposición de pleno sol, de semisombra o de sombra. Puede tolerar alguna helada de baja intensidad pero es mejor que la temperatura no baje de los 5 ºC. El suelo debe contener bastante materia orgánica y estar bien drenado; serviría una tierra de jardín a la que añadiremos compost y arena silícea. Se trasplantan en primavera cuando las raíces asoman por debajo del recipiente. Prefieren riegos regulares aunque pueden soportar varios días de sequía. Lo más recomendable es esperar a que la tierra esté seca antes de regar de nuevo.

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Duquesa de Orleans

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Es una trepadora de abundante floración invernal, que por ello tienen el valioso mérito de mantener color en nuestro jardín en momentos en que la mayoría de las especies van perdiendo vigor y disminuyendo francamente sus floraciones. Una precaución que debes tener, es asegurarte de que otras especies de plantas trepadoras de mayor vigor no limiten su crecimiento, especialmente en meses invernales cuando necesitará – como te decía antes – el mayor espacio posible para su abundante floración.

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Ficus repens

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Se usa mucho como planta de interior, colgando de las macetas o cubriendo jardineras. Luz: a semisombra o lugares umbríos. El sol directo “quema” su delicado follaje. Temperaturas: sólo es posible cultivar Ficus pumila al exterior todo el año en regiones en las que el frío invernal sea escaso, ya que no soporta las heladas de menos de -3ºC. Si la cultiva en interior, sáquela por la mañana un poco con el fresco (cuidado con las heladas). Humedad: atmósfera húmeda. Las hojas de deben rociar en interior. Suelo bien drenado. Evitar el encharcarmiento, pues es propensa a la pobredumbre de raíces. Riego: el substrato siempre debe estar ligeramente húmedo. Riego cada 2-3 días en verano y semanal en invierno. Deben recortar las extremidades a fin de favorecer su ramificación.

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Glicina blanca

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Requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones. Lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

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Glicina lila

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El factor más importante a considerar a la hora de cultivar una glicina es la ubicación. La glicina o wisteria es una vid treparadora que trenza sus ramas, por lo cual requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Ten en cuenta, nuevamente, que las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones, aunque si hablamos de preferencias, lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

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Hardenbergia

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Son de rápido crecimiento, y pueden desarrollarse y tener mejor floración cuando se ubican a pleno sol o con media sombra, dependiendo de la fuerza del astro en la zona. También deben estar protegidas de las heladas fuertes, especialmente las tardías, y del viento. Su versatilidad permite cultivarla tanto en maceta (ideal para zonas con inviernos muy duros, para facilitar su protección) o en plena tierra (conveniente en climas templados a cálidos). Prefieren un sustrato neutro o ligeramente ácido, fértil y con buen drenaje.

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Hiedras

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La Hiedra común prospera en exposiciones a pleno sol o a semisombra siendo ideal para lugares de sombra; hay que tener en cuenta que las variedades variegadas necesitarán recibir algunas horas de sol. Tolera las heladas y la contaminación de las ciudades.

El suelo deberá estar bien drenado para lo cual nos serviría una tierra de jardín con algo de turba y arena. El trasplante de maceta o su plantación en el lugar definitivo se harán en primavera.

Regar de forma frecuente pero sin encharcar de tal manera que el suelo siempre esté un poco húmedo. En invierno podemos esperar a que la tierra se seque antes de volver a regar. Las variedades de interior hay que rociarlas con agua sin cal una vez por semana.

Abonar mensualmente durante la primavera y el verano con un fertilizante mineral.

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Jazmín de Hungría

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Se recomienda ubicar esta planta en lugares soleados donde la luz del sol esté presente de manera frecuente, ya que aunque tolera la sombra suele ser mejor que se encuentre con buena exposición al sol. La poda solo debe realizarse cuando la planta deje de florecer.

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Jazmín de leche

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Tolera una variedad de suelos, lo que lo hace excelente para muchos jardines diferentes; prefiere el sol a la sombra de hecho, y si el jardín está lleno de árboles, el jardinero debe cuidadosamente podar algunos de ellos, con el fin de asegurarse de que el jazmín se mantiene en la luz del sol.

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Jazmín de Madagascar

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Temperatura: lo ideal es que esté durante todo el año a una temperatura que ronde los 18ºC, y nunca puede bajar de los 12 ni subir de los 30. Suelo: es imprescindible que tenga un buen drenaje y que la tierra esté formada por 1/4 de estiércol, 1/4 de turba y el resto de tierra de brezo. Iluminación: debe estar en una zona muy bien iluminada y, a poder ser, recibir un par de horitas al día de sol directo. Hay que tener mucho cuidado con que los rayos del sol le den mucho ya que podría estropearse, resiste un rato cada día pero no mucho tiempo.

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Akebia quinata

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Requiere colocarla de pleno sol a semisombra, conviene que sus raíces estén a la sombra. Temperatura : puede vivir en zonas de clima continental si la tenemos algo protegida y con buena exposición. Soporta temperaturas de algunos grados bajo cero y también temperaturas de calor altas. Substrato : requiere suelo bien abonado y con buen drenaje.

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Ampelopsis

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Ideal para cubrir paredes, fachadas y muros. No es muy exigente en cuanto al suelo y clima. Luz: tolera tanto el sol como la sombra. La exposición al sol favorece la aparición de coloraciones vivas en otoño. Temperaturas: muy resistente, soporta bajas temperaturas (hasta -15ºC). Soporta tanto el frío como el calor fuerte. Suelo bien drenado. Riego regular, más frecuente cuando la planta aún es joven y con escaso aparato radicular. Abonar con materia orgánica (estiércol, compost, mantillo, etc.) en invierno y/o en primavera con fertilizante mineral. Guíela en un principio para cubrir la mayor superficie posible de pared.

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Bignonia Azul

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

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Bignonia Blanca

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

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Bignonia Rosada

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Por su rápido crecimiento y su atractivo, es indicada a la hora de cubrir rápidamente y dar color a pérgolas, muros, etc. Luz: sol o semisombra. Temperaturas: es algo sensible a heladas. Resiste hasta -5°C. Suelo: no es muy exigente en cuanto a suelos. Bien drenado, rico, un tanto fresco. Regar con regularidad, aunque de forma más escasa cuando la temperatura ambiental sea baja. Aunque crece mejor con abono y agua durante el verano, se hará muy vigorosa y difícil de controlar. Debe atarse a una espaldera ya que esta planta no se sujeta por sí misma. Podar cada 3 ó 4 años después de la floración, cortando por encima del segundo nudo de las ramificaciones principales.

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Combretum

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El Combretum kraussii puede vivir en una exposición de pleno sol, de semisombra o de sombra. Puede tolerar alguna helada de baja intensidad pero es mejor que la temperatura no baje de los 5 ºC. El suelo debe contener bastante materia orgánica y estar bien drenado; serviría una tierra de jardín a la que añadiremos compost y arena silícea. Se trasplantan en primavera cuando las raíces asoman por debajo del recipiente. Prefieren riegos regulares aunque pueden soportar varios días de sequía. Lo más recomendable es esperar a que la tierra esté seca antes de regar de nuevo.

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Duquesa de Orleans

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Es una trepadora de abundante floración invernal, que por ello tienen el valioso mérito de mantener color en nuestro jardín en momentos en que la mayoría de las especies van perdiendo vigor y disminuyendo francamente sus floraciones. Una precaución que debes tener, es asegurarte de que otras especies de plantas trepadoras de mayor vigor no limiten su crecimiento, especialmente en meses invernales cuando necesitará – como te decía antes – el mayor espacio posible para su abundante floración.

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Ficus repens

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Se usa mucho como planta de interior, colgando de las macetas o cubriendo jardineras. Luz: a semisombra o lugares umbríos. El sol directo “quema” su delicado follaje. Temperaturas: sólo es posible cultivar Ficus pumila al exterior todo el año en regiones en las que el frío invernal sea escaso, ya que no soporta las heladas de menos de -3ºC. Si la cultiva en interior, sáquela por la mañana un poco con el fresco (cuidado con las heladas). Humedad: atmósfera húmeda. Las hojas de deben rociar en interior. Suelo bien drenado. Evitar el encharcarmiento, pues es propensa a la pobredumbre de raíces. Riego: el substrato siempre debe estar ligeramente húmedo. Riego cada 2-3 días en verano y semanal en invierno. Deben recortar las extremidades a fin de favorecer su ramificación.

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Glicina blanca

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Requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones. Lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

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Glicina lila

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El factor más importante a considerar a la hora de cultivar una glicina es la ubicación. La glicina o wisteria es una vid treparadora que trenza sus ramas, por lo cual requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Ten en cuenta, nuevamente, que las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones, aunque si hablamos de preferencias, lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

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Hardenbergia

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Son de rápido crecimiento, y pueden desarrollarse y tener mejor floración cuando se ubican a pleno sol o con media sombra, dependiendo de la fuerza del astro en la zona. También deben estar protegidas de las heladas fuertes, especialmente las tardías, y del viento. Su versatilidad permite cultivarla tanto en maceta (ideal para zonas con inviernos muy duros, para facilitar su protección) o en plena tierra (conveniente en climas templados a cálidos). Prefieren un sustrato neutro o ligeramente ácido, fértil y con buen drenaje.

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Hiedras

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La Hiedra común prospera en exposiciones a pleno sol o a semisombra siendo ideal para lugares de sombra; hay que tener en cuenta que las variedades variegadas necesitarán recibir algunas horas de sol. Tolera las heladas y la contaminación de las ciudades.

El suelo deberá estar bien drenado para lo cual nos serviría una tierra de jardín con algo de turba y arena. El trasplante de maceta o su plantación en el lugar definitivo se harán en primavera.

Regar de forma frecuente pero sin encharcar de tal manera que el suelo siempre esté un poco húmedo. En invierno podemos esperar a que la tierra se seque antes de volver a regar. Las variedades de interior hay que rociarlas con agua sin cal una vez por semana.

Abonar mensualmente durante la primavera y el verano con un fertilizante mineral.

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Jazmín de Hungría

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Se recomienda ubicar esta planta en lugares soleados donde la luz del sol esté presente de manera frecuente, ya que aunque tolera la sombra suele ser mejor que se encuentre con buena exposición al sol. La poda solo debe realizarse cuando la planta deje de florecer.

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Jazmín de leche

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Tolera una variedad de suelos, lo que lo hace excelente para muchos jardines diferentes; prefiere el sol a la sombra de hecho, y si el jardín está lleno de árboles, el jardinero debe cuidadosamente podar algunos de ellos, con el fin de asegurarse de que el jazmín se mantiene en la luz del sol.

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Jazmín de Madagascar

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Temperatura: lo ideal es que esté durante todo el año a una temperatura que ronde los 18ºC, y nunca puede bajar de los 12 ni subir de los 30. Suelo: es imprescindible que tenga un buen drenaje y que la tierra esté formada por 1/4 de estiércol, 1/4 de turba y el resto de tierra de brezo. Iluminación: debe estar en una zona muy bien iluminada y, a poder ser, recibir un par de horitas al día de sol directo. Hay que tener mucho cuidado con que los rayos del sol le den mucho ya que podría estropearse, resiste un rato cada día pero no mucho tiempo.

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Akebia quinata

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Requiere colocarla de pleno sol a semisombra, conviene que sus raíces estén a la sombra. Temperatura : puede vivir en zonas de clima continental si la tenemos algo protegida y con buena exposición. Soporta temperaturas de algunos grados bajo cero y también temperaturas de calor altas. Substrato : requiere suelo bien abonado y con buen drenaje.

Ampelopsis

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Ideal para cubrir paredes, fachadas y muros. No es muy exigente en cuanto al suelo y clima. Luz: tolera tanto el sol como la sombra. La exposición al sol favorece la aparición de coloraciones vivas en otoño. Temperaturas: muy resistente, soporta bajas temperaturas (hasta -15ºC). Soporta tanto el frío como el calor fuerte. Suelo bien drenado. Riego regular, más frecuente cuando la planta aún es joven y con escaso aparato radicular. Abonar con materia orgánica (estiércol, compost, mantillo, etc.) en invierno y/o en primavera con fertilizante mineral. Guíela en un principio para cubrir la mayor superficie posible de pared.

Bignonia Azul

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

Bignonia Blanca

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

Bignonia Rosada

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Por su rápido crecimiento y su atractivo, es indicada a la hora de cubrir rápidamente y dar color a pérgolas, muros, etc. Luz: sol o semisombra. Temperaturas: es algo sensible a heladas. Resiste hasta -5°C. Suelo: no es muy exigente en cuanto a suelos. Bien drenado, rico, un tanto fresco. Regar con regularidad, aunque de forma más escasa cuando la temperatura ambiental sea baja. Aunque crece mejor con abono y agua durante el verano, se hará muy vigorosa y difícil de controlar. Debe atarse a una espaldera ya que esta planta no se sujeta por sí misma. Podar cada 3 ó 4 años después de la floración, cortando por encima del segundo nudo de las ramificaciones principales.

Combretum

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El Combretum kraussii puede vivir en una exposición de pleno sol, de semisombra o de sombra. Puede tolerar alguna helada de baja intensidad pero es mejor que la temperatura no baje de los 5 ºC. El suelo debe contener bastante materia orgánica y estar bien drenado; serviría una tierra de jardín a la que añadiremos compost y arena silícea. Se trasplantan en primavera cuando las raíces asoman por debajo del recipiente. Prefieren riegos regulares aunque pueden soportar varios días de sequía. Lo más recomendable es esperar a que la tierra esté seca antes de regar de nuevo.

Duquesa de Orleans

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Es una trepadora de abundante floración invernal, que por ello tienen el valioso mérito de mantener color en nuestro jardín en momentos en que la mayoría de las especies van perdiendo vigor y disminuyendo francamente sus floraciones. Una precaución que debes tener, es asegurarte de que otras especies de plantas trepadoras de mayor vigor no limiten su crecimiento, especialmente en meses invernales cuando necesitará – como te decía antes – el mayor espacio posible para su abundante floración.

Ficus repens

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Se usa mucho como planta de interior, colgando de las macetas o cubriendo jardineras. Luz: a semisombra o lugares umbríos. El sol directo “quema” su delicado follaje. Temperaturas: sólo es posible cultivar Ficus pumila al exterior todo el año en regiones en las que el frío invernal sea escaso, ya que no soporta las heladas de menos de -3ºC. Si la cultiva en interior, sáquela por la mañana un poco con el fresco (cuidado con las heladas). Humedad: atmósfera húmeda. Las hojas de deben rociar en interior. Suelo bien drenado. Evitar el encharcarmiento, pues es propensa a la pobredumbre de raíces. Riego: el substrato siempre debe estar ligeramente húmedo. Riego cada 2-3 días en verano y semanal en invierno. Deben recortar las extremidades a fin de favorecer su ramificación.

Glicina blanca

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Requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones. Lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

Glicina lila

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El factor más importante a considerar a la hora de cultivar una glicina es la ubicación. La glicina o wisteria es una vid treparadora que trenza sus ramas, por lo cual requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Ten en cuenta, nuevamente, que las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones, aunque si hablamos de preferencias, lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

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Son de rápido crecimiento, y pueden desarrollarse y tener mejor floración cuando se ubican a pleno sol o con media sombra, dependiendo de la fuerza del astro en la zona. También deben estar protegidas de las heladas fuertes, especialmente las tardías, y del viento. Su versatilidad permite cultivarla tanto en maceta (ideal para zonas con inviernos muy duros, para facilitar su protección) o en plena tierra (conveniente en climas templados a cálidos). Prefieren un sustrato neutro o ligeramente ácido, fértil y con buen drenaje.

Hiedras

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La Hiedra común prospera en exposiciones a pleno sol o a semisombra siendo ideal para lugares de sombra; hay que tener en cuenta que las variedades variegadas necesitarán recibir algunas horas de sol. Tolera las heladas y la contaminación de las ciudades.

El suelo deberá estar bien drenado para lo cual nos serviría una tierra de jardín con algo de turba y arena. El trasplante de maceta o su plantación en el lugar definitivo se harán en primavera.

Regar de forma frecuente pero sin encharcar de tal manera que el suelo siempre esté un poco húmedo. En invierno podemos esperar a que la tierra se seque antes de volver a regar. Las variedades de interior hay que rociarlas con agua sin cal una vez por semana.

Abonar mensualmente durante la primavera y el verano con un fertilizante mineral.

Jazmín de Hungría

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Se recomienda ubicar esta planta en lugares soleados donde la luz del sol esté presente de manera frecuente, ya que aunque tolera la sombra suele ser mejor que se encuentre con buena exposición al sol. La poda solo debe realizarse cuando la planta deje de florecer.

Jazmín de leche

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Tolera una variedad de suelos, lo que lo hace excelente para muchos jardines diferentes; prefiere el sol a la sombra de hecho, y si el jardín está lleno de árboles, el jardinero debe cuidadosamente podar algunos de ellos, con el fin de asegurarse de que el jazmín se mantiene en la luz del sol.

Jazmín de Madagascar

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Temperatura: lo ideal es que esté durante todo el año a una temperatura que ronde los 18ºC, y nunca puede bajar de los 12 ni subir de los 30. Suelo: es imprescindible que tenga un buen drenaje y que la tierra esté formada por 1/4 de estiércol, 1/4 de turba y el resto de tierra de brezo. Iluminación: debe estar en una zona muy bien iluminada y, a poder ser, recibir un par de horitas al día de sol directo. Hay que tener mucho cuidado con que los rayos del sol le den mucho ya que podría estropearse, resiste un rato cada día pero no mucho tiempo.

Akebia quinata

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Requiere colocarla de pleno sol a semisombra, conviene que sus raíces estén a la sombra. Temperatura : puede vivir en zonas de clima continental si la tenemos algo protegida y con buena exposición. Soporta temperaturas de algunos grados bajo cero y también temperaturas de calor altas. Substrato : requiere suelo bien abonado y con buen drenaje.

Ampelopsis

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Ideal para cubrir paredes, fachadas y muros. No es muy exigente en cuanto al suelo y clima. Luz: tolera tanto el sol como la sombra. La exposición al sol favorece la aparición de coloraciones vivas en otoño. Temperaturas: muy resistente, soporta bajas temperaturas (hasta -15ºC). Soporta tanto el frío como el calor fuerte. Suelo bien drenado. Riego regular, más frecuente cuando la planta aún es joven y con escaso aparato radicular. Abonar con materia orgánica (estiércol, compost, mantillo, etc.) en invierno y/o en primavera con fertilizante mineral. Guíela en un principio para cubrir la mayor superficie posible de pared.

Bignonia Azul

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

Bignonia Blanca

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La Bignonia blanca necesita una exposición a pleno sol y, aunque puede vivir en semisombra, producirá más hojas que flores. No tolera las heladas y no le gusta el frío. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados, algo ácidos y ricos en humus. Los riegos deberán ser frecuentes para que el suelo siempre esté húmedo pero no encharcado. En invierno conviene moderar dichos riegos. Conviene podarlas tras la floración para darles forma y robustecer la planta.

Bignonia Rosada

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Por su rápido crecimiento y su atractivo, es indicada a la hora de cubrir rápidamente y dar color a pérgolas, muros, etc. Luz: sol o semisombra. Temperaturas: es algo sensible a heladas. Resiste hasta -5°C. Suelo: no es muy exigente en cuanto a suelos. Bien drenado, rico, un tanto fresco. Regar con regularidad, aunque de forma más escasa cuando la temperatura ambiental sea baja. Aunque crece mejor con abono y agua durante el verano, se hará muy vigorosa y difícil de controlar. Debe atarse a una espaldera ya que esta planta no se sujeta por sí misma. Podar cada 3 ó 4 años después de la floración, cortando por encima del segundo nudo de las ramificaciones principales.

Combretum

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El Combretum kraussii puede vivir en una exposición de pleno sol, de semisombra o de sombra. Puede tolerar alguna helada de baja intensidad pero es mejor que la temperatura no baje de los 5 ºC. El suelo debe contener bastante materia orgánica y estar bien drenado; serviría una tierra de jardín a la que añadiremos compost y arena silícea. Se trasplantan en primavera cuando las raíces asoman por debajo del recipiente. Prefieren riegos regulares aunque pueden soportar varios días de sequía. Lo más recomendable es esperar a que la tierra esté seca antes de regar de nuevo.

Duquesa de Orleans

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Es una trepadora de abundante floración invernal, que por ello tienen el valioso mérito de mantener color en nuestro jardín en momentos en que la mayoría de las especies van perdiendo vigor y disminuyendo francamente sus floraciones. Una precaución que debes tener, es asegurarte de que otras especies de plantas trepadoras de mayor vigor no limiten su crecimiento, especialmente en meses invernales cuando necesitará – como te decía antes – el mayor espacio posible para su abundante floración.

Ficus repens

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Se usa mucho como planta de interior, colgando de las macetas o cubriendo jardineras. Luz: a semisombra o lugares umbríos. El sol directo “quema” su delicado follaje. Temperaturas: sólo es posible cultivar Ficus pumila al exterior todo el año en regiones en las que el frío invernal sea escaso, ya que no soporta las heladas de menos de -3ºC. Si la cultiva en interior, sáquela por la mañana un poco con el fresco (cuidado con las heladas). Humedad: atmósfera húmeda. Las hojas de deben rociar en interior. Suelo bien drenado. Evitar el encharcarmiento, pues es propensa a la pobredumbre de raíces. Riego: el substrato siempre debe estar ligeramente húmedo. Riego cada 2-3 días en verano y semanal en invierno. Deben recortar las extremidades a fin de favorecer su ramificación.

Glicina blanca

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Requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones. Lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

Glicina lila

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El factor más importante a considerar a la hora de cultivar una glicina es la ubicación. La glicina o wisteria es una vid treparadora que trenza sus ramas, por lo cual requiere un soporte muy resistente (nunca un simple tutor) y una poda regular para mantenerla bajo control. Otro punto importante a tener en cuenta es que para una buena floración requiere pleno sol, es decir, seis o más horas de sol directo por día. Ten en cuenta, nuevamente, que las plantas demasiado jóvenes no florecerán hasta haber desarrollado completamente su follaje. En cuanto al suelo no es muy exigente y suele adaptarse a diferentes condiciones, aunque si hablamos de preferencias, lo ideal es un suelo rico y profundo y que retenga algo de humedad, pero que drene bien. Una buena poda es el único requisito importante para el cuidado de la glicina.

Hardenbergia

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Son de rápido crecimiento, y pueden desarrollarse y tener mejor floración cuando se ubican a pleno sol o con media sombra, dependiendo de la fuerza del astro en la zona. También deben estar protegidas de las heladas fuertes, especialmente las tardías, y del viento. Su versatilidad permite cultivarla tanto en maceta (ideal para zonas con inviernos muy duros, para facilitar su protección) o en plena tierra (conveniente en climas templados a cálidos). Prefieren un sustrato neutro o ligeramente ácido, fértil y con buen drenaje.

Hiedras

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La Hiedra común prospera en exposiciones a pleno sol o a semisombra siendo ideal para lugares de sombra; hay que tener en cuenta que las variedades variegadas necesitarán recibir algunas horas de sol. Tolera las heladas y la contaminación de las ciudades.

El suelo deberá estar bien drenado para lo cual nos serviría una tierra de jardín con algo de turba y arena. El trasplante de maceta o su plantación en el lugar definitivo se harán en primavera.

Regar de forma frecuente pero sin encharcar de tal manera que el suelo siempre esté un poco húmedo. En invierno podemos esperar a que la tierra se seque antes de volver a regar. Las variedades de interior hay que rociarlas con agua sin cal una vez por semana.

Abonar mensualmente durante la primavera y el verano con un fertilizante mineral.

Jazmín de Hungría

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Se recomienda ubicar esta planta en lugares soleados donde la luz del sol esté presente de manera frecuente, ya que aunque tolera la sombra suele ser mejor que se encuentre con buena exposición al sol. La poda solo debe realizarse cuando la planta deje de florecer.

Jazmín de leche

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Tolera una variedad de suelos, lo que lo hace excelente para muchos jardines diferentes; prefiere el sol a la sombra de hecho, y si el jardín está lleno de árboles, el jardinero debe cuidadosamente podar algunos de ellos, con el fin de asegurarse de que el jazmín se mantiene en la luz del sol.

Jazmín de Madagascar

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Temperatura: lo ideal es que esté durante todo el año a una temperatura que ronde los 18ºC, y nunca puede bajar de los 12 ni subir de los 30. Suelo: es imprescindible que tenga un buen drenaje y que la tierra esté formada por 1/4 de estiércol, 1/4 de turba y el resto de tierra de brezo. Iluminación: debe estar en una zona muy bien iluminada y, a poder ser, recibir un par de horitas al día de sol directo. Hay que tener mucho cuidado con que los rayos del sol le den mucho ya que podría estropearse, resiste un rato cada día pero no mucho tiempo.

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